Skip to content

Milagro en un “caldo”de algas marinas

Hace un tiempo estuve enamorada de las algas (casi le puse el nombre de una de ellas a mi hija a partir de una diatomea, clase Bacillariophyceae). Luego me enamoré de los polisacáridos. De hecho, todavía sigo enamorada de ambas. De modo que, ¿qué podría ser más perfecto que trabajar con polisacáridos de algas? Nada. Pero además de la belleza de las algas y la complejidad de los polisacáridos, contamos con todos los beneficios para la salud que estos polisacáridos especiales nos proveen a nosotros, los humanos.

¿Qué tiene de especial el alga? Depende. Todas las plantas con las que estamos familiarizados, como las palmeras de mi jardín trasero o las rosas en el frente, evolucionaron a partir de algas verdes. La estructura celular básica es la misma y la bioquímica es extremadamente similar. Las rosas tienen flores y las algas no, pero en ambas la fotosíntesis es muy similar y también lo es la celulosa en sus paredes celulares. De manera que si hacés un extracto de Chlorella, no encontrarás nada emocionante. Esta es la razón por la que en Skin Actives no usamos extracto de Chlorella: no obtendríamos nada muy diferente a usar espinacas (¡no tengo nada contra las espinacas, trabajé con ellas durante 10 años!).

¿Qué tiene de especial el alga marina? Ese es un grupo diferente de plantas (Clase Phaeophyta), no solo desde la anatomía sino también bioquímicamente hablando. Las algas marrones están hechas de diferentes productos bioquímicos, incluidos los pigmentos y los polisacáridos que forman sus paredes celulares. Para nosotros, esto es genial, porque una estructura bioquímica diferente significa propiedades diferentes y eso puede ser bueno para nuestra salud y nuestra piel. Por ejemplo, utilizando las paredes celulares de las plantas “normales” podemos usar su celulosa para hacer papel. Pero los polisacáridos en las paredes celulares de las algas pardas, como las algas marinas, tienen propiedades antivirales, a través de efectos sobre los virus y a través de efectos en nuestro propio sistema inmunológico. De nuestro glosario: “Los fucoidanos son polisacáridos sulfatados con una estructura que depende de la planta fuente y sus condiciones de crecimiento. El fucoidan aplicado a la piel promoverá y apoyará la síntesis de colágeno y combatirá a los radicales libres. El fucoidan que usamos en Skin Actives se extrae y se purifica a partir de algas marrones”.

¿Qué hay de los pigmentos? Las algas marrones contienen fucoxantina, un pigmento presente en las algas marrones que mejora la absorción de luz en la profundidad donde crecen estas algas. Este pigmento no está presente en la Chlorella u otras algas verdes o en plantas terrestres. De nuestro glosario: “La fucoxantina es una xantofila que se encuentra como pigmento accesorio en los cloroplastos de las algas pardas y otros, como las diatomeas, que les dan un color marrón o verde oliva. Al igual que otros carotenoides, tiene actividades antioxidantes y ayuda a reducir la aparición de enrojecimiento e irritación. Heo y Jeon (2009) informaron que la fucoxantina disminuyó significativamente las especies de oxígeno reactivo intracelular generadas por la exposición a la radiación ultravioleta B en fibroblastos humanos. La fucoxantina de aplicación tópica también puede disminuir la aparición de arrugas”.

Así que aquí estamos: comenzamos el “caldo” de algas marinas con un material vegetal rico en componentes bioquímicos que ya son beneficiosos para nuestra piel. Pero luego cultivamos bacterias de yogurt en este caldo donde los microorganismos elaborarán sus propios bioquímicos beneficiosos y enriquecerán la mezcla con prebióticos que beneficiarán a la piel de otras maneras: suministrando aún más vitaminas y bloques de construcción que nuestra piel utilizará para hacer sus propias proteínas (colágeno, elastina y más), polisacáridos (como el ácido hialurónico) y el ADN. No es sorprendente que agreguemos aún más antioxidantes de algas a la mezcla y terminemos con una máscara milagrosa que hace que tu piel se sienta fresca y vital. No es un milagro: es ciencia pura.

 

Agradecemos la gentileza de la Dra Cecilia Hidalgo por traducir este artículo.