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El cobre y tu piel, quién tendría que usarlo y quién no, y cuánto es demasiado

Para el cuidado normal de la piel, cualquier concentración de cobre es demasiado cobre. ¿Por qué? Porque necesitamos cobre en concentraciones mínimas, y ya estamos obteniendo suficiente del medio ambiente. No hay razón para agregar más, a menos tal vez, para curar la piel. No uses cobre cuando estés usando vitamina C (se oxidará). Hagamos las cosas fáciles: directamente no uses cobre. Estoy segura de que hay cobre en algún lugar de su casa, que te suministrará lo suficiente para satisfacer las cantidades en la escala de los microelementos que necesitamos de este metal.

De todos los malos productos para el cuidado de la piel que han llegado al mercado en las últimas décadas, los que contienen cobre son un ejemplo de lo que es malo en la industria. Como no se exige que los cosméticos sean testeados, pueden llegar al mercado ingredientes que no tienen sentido. Esto significa que tenés que recurrir a tus conocimientos.


Si prestás atención a los experimentos con cobre in vitro, vas a ver que el exceso de cobre es tóxico para las células humanas. Y esto debería ser autoevidente porque el cobre puede ser tóxico. Por ejemplo, el agua potable, por ley, no puede exceder los 1,3 mg / l de cobre.


Otros ejemplos de materiales que nunca deberían haber llegado a los productos para el cuidado de la piel son la idebenona, el extracto de Nerium oleander, la plata, el peróxido de benzoilo, la hidroquinona, entre otros más.


¡Es tu piel, informate bien antes de comprar!


Para leer más: el cobre como oxidante

 

Traducido por la Dra Cecilia Hidalgo