Skip to content

Qué productos Skin Actives tendrías que comprar en base a tu signo del zodiaco. Respuesta: olvidate del zodiaco.

¿No te gustaría saber qué pasará mañana? A mí no. Prefiero creer que lo que ocurra mañana dependerá de lo que yo haga. Pero si fueras un Rey tratando de decidir si ir a la guerra contra el enemigo, podrías sentirte más seguro si tu vidente personal te dijera que triunfarías (no importa que el vidente no pudiera ver que el día de mañana él mismo iba a resbalar en un piso mojado y se rompería una pierna). Otro problema de este sistema es que el profeta puede perder la cabeza si ha tenido la mala idea de predecir una derrota.


Me encanta la película Stardust, en la que se predice el futuro utilizando piedras runas y en la que otro adivino pierde su cabeza por hacer trampa. La adivinación (del latín divinare ‘prever, profetizar, vaticinar, predecir) se practicaba desde antaño mirando las estrellas.


Las constelaciones son un grupo de estrellas que nos recuerdan algo familiar, como un objeto o un animal. Distintas civilizaciones propusieron constelaciones diferentes. La astrología occidental “moderna” fue heredada de los romanos, que la recibieron de los griegos, que a su vez combinaron los sistemas babilónico y minoico.


¿Qué es el zodíaco? En astronomía, el zodíaco define un cinturón del espacio que se extiende 8° o 9° en latitud celeste al norte y al sur de la eclíptica, donde transcurren las órbitas de la Luna y de los planetas principales. El zodíaco es reducido en términos angulares porque la mayoría de los planetas del Sistema Solar tienen órbitas que sólo presentan una ligera inclinación con respecto al plano orbital de la Tierra. Un navegante podía determinar su latitud (posición norte-sur) midiendo el ángulo entre el horizonte y un cuerpo celeste seleccionado.


La Biblia hebrea puede estar reflejando el conocimiento del zodíaco babilónico, y los judíos se contaban entre los astrónomos y astrólogos (prácticamente dos palabras sinónimas en aquella época) de Europa. En 1494, el rey de Portugal, Manuel I, preguntándose si era factible un viaje por mar a la India, convocó a la corte al astrólogo judío Abraham Zacuto. El rey pidió consejo al astrólogo sobre si era posible realizar tal hazaña marítima. Zacuto le dijo que la empresa tendría éxito porque se encontraba bajo una poderosa y beneficiosa influencia planetaria. Tenía razón, pero, por desgracia, Zacuto no pudo prever que poco después, en 1496, el rey expulsaría a los judíos de Portugal, probablemente para apropiarse de sus bienes, al igual que habían hecho los reyes de España en 1492 (que fue cuando el rey de Portugal invitó al expulsado Zacuto a venir a su corte).


Figura. El mosaico que representa el Zodíaco en la sinagoga de Beit Alpha (siglo VI d.C., montañas de Guilboa, Israel).
La astrología occidental es una forma de adivinación basada en la elaboración de un horóscopo para un momento exacto, como el nacimiento de una persona, así como su ubicación (ya que los husos horarios pueden afectar o no la carta natal de una persona), en el que se dice que influyen diversos cuerpos cósmicos. En la cultura popular occidental, la astrología suele reducirse a la astrología de los signos solares, que sólo tiene en cuenta la fecha de nacimiento del individuo (es decir, la “posición del Sol” en esa fecha). La astrología es una pseudociencia y ha fracasado sistemáticamente a la hora de su verificación experimental y teórica.
La astrología era considerada un campo académico y científico respetable antes de la Ilustración (siglo XVIII), pero la investigación moderna no ha encontrado ninguna base empírica consistente y, mucho menos, capacidad predictiva. Aun así, los signos son bonitos y me encanta cómo lucen en mi vieja pulsera del Zodiaco.



Figura: Brazalete hecho con monedas de plata que representan los signos del Zodíaco.

 

En síntesis, no mires al cielo en busca de respuestas a tus problemas. Ni para elegir tus productos de cuidado de la piel. Observá tu piel, tocala y decidí lo que necesitás. Ni el Zodiaco ni las piedras rúnicas te ayudarán a elegir productos que ayuden a tu piel.

 

Hannah

 

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo