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Preguntas y respuestas sobre el microbioma cutáneo y los prebióticos y probióticos.

Nosotros, los seres humanos y las muchas bacterias que viven dentro y sobre nosotros hemos evolucionado juntos durante milenios. Esto puede parecer desagradable, pero lo realmente desagradable se da cuando las bacterias no están allí. Nuestro cuerpo las necesita, son cruciales para el sistema inmunológico y el desarrollo y la diferenciación epidérmica.

Hoy en día, la colonización microbiana de nuestra piel ya no se percibe como una amenaza sino como un factor a evaluar según las circunstancias.
Las bacterias están tan entrelazadas en el cuerpo humano que, para algunos fines, podrían considerarse parte de él. Esta relación comienza tan pronto como el bebé atraviesa el canal del parto, recolectando bacterias, virus y moho a medida que sale a luz.

En estos días, el término microbioma ha reemplazado al término más antiguo, flora bacteriana. Son lo mismo. Dado que el microbioma es tan importante para nuestra salud, quiero que hablemos de las bacterias asociadas con la piel. El microbioma de la piel es la comunidad compleja de bacterias, virus y hongos que viven dentro y sobre nuestra piel. La mayor parte del microbioma, la mayor parte del tiempo, es útil y necesario. La mayor parte del tiempo: a mí tampoco me gusta el olor post gimnasio.

¿Matar a las bacterias? ¡No tan rápido!
Actualmente se está reconsiderando la práctica del uso de antimicrobianos no específicos para combatir las comunidades bacterianas de la piel. ¿Por qué? Es que también afectan a las especies comensales, benéficas.

¿Qué organismos forman el microbioma natural de la piel?
En la piel sana, encontrarás Cutibacterium acnes (anteriormente Propionibacterium acnes), Staphylococcus epidermidis y Corynebacterium, además de otros organismos presentes en concentraciones más bajas.
¿Qué hacen estas bacterias por nosotros? Desalientan a otros microorganismos (potencialmente peligrosos para nosotros, que compiten por ellos) de invadir nuestra piel y lo hacen volviéndola inadecuada para los invasores.
La misma especie bacteriana puede ser enemiga un día y amiga al día siguiente. Te doy un ejemplo de la dualidad de bacterias comensales-patógenas: se ha sugerido que dos especies, Staphylococcus epidermidis y Cutibacterium acnes, son agentes causantes del acné y a la vez que son bacterias residentes que inhiben el crecimiento de bacterias patógenas y reducen el riesgo de desarrollo de enfermedades. Complicado, ¿verdad? Parte del problema es que la clasificación “antigua” de las especies bacterianas no tomaba en cuenta los marcadores genéticos específicos que pueden conferirles una agresividad adicional y la capacidad de alterar la fisiología de la piel.
En general, es mejor dejar al microbioma de la piel tranquilo, a menos que su alteración se haga evidente, como ocurre con el acné.

PRO. ¿Qué son los probióticos?
La definición oficial es la siguiente: “microorganismos vivos que, cuando se los administra en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped”. Un probiótico es una mezcla de bacterias vivas y/o levadura, que se ingieren para mejorar la salud del sistema digestivo. Un uso común de los probióticos se da cuando los tomamos después de un antibiótico, para compensar la alteración de la flora digestiva natural.

¿Por qué no podés comprar probióticos para la piel?
La FDA (Agencia de administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) establece límites estrictos para la cantidad de bacterias vivas presentes en cosméticos y productos para el cuidado de la piel. Esto tiene sentido: debemos evitar que un exceso de bacterias o bacterias peligrosas entren en nuestro cuerpo y cualquier cosa que apliques sobre la piel potencialmente puede ingresar al cuerpo.
Nuestro sistema digestivo, con un estómago a un pH muy bajo, está bien equipado para matar bacterias. Por el contrario, nuestra piel no está bien equipada para matar bacterias peligrosas y, en los viejos tiempos (como siempre digo, los viejos no eran mejores) cuando no había conservantes, las bacterias contaminantes presentes en los cosméticos causaban daños terribles, incluida la ceguera.

¿Qué pasa con los probióticos HUM?
No tenés que jugar con fuego, pero si vos mismo te preparás una mascarilla de yogur usando yogur natural entero no descremado, tal vez obtengas algunos Lactobacillus beneficiosos, que pueden ayudar a controlar las infecciones por S. aureus, la dermatitis atópica y el acné.

PRE. ¿Qué es un prebiótico?
Los prebióticos son componentes químicos de los alimentos que inducen el crecimiento o la actividad de microorganismos beneficiosos. El ejemplo más común es el tracto gastrointestinal, donde prebióticos como las fibras alimenticias naturales pueden cambiar para mejor la composición del microbioma intestinal.
Para la piel, algunas cepas de S. epidermidis pueden fermentar carbohidratos para producir ácido succínico, una sustancia química que tiene una potente actividad anti-S. aureus y anti-C.acnes. Esto es relevante para el tratamiento del acné porque, en teoría, podríamos mejorar la salud de la piel mediante el uso de prebióticos como el ácido succínico y el glicerol, que desalentarán la propagación de C. acnes.
No podemos usar probióticos tópicos (bacterias vivas) sobre nuestra piel por muy buenas razones, pero sí podemos usar prebióticos, ¡y ya lo hacemos! Los ingredientes de los productos para el control del acné de Skin Actives Scientific contienen varios productos químicos que modifican el entorno de la piel de manera de hacerla menos hospitalaria para las bacterias del acné. Seguiremos agregando otros prebióticos para mejorar nuestros productos a medida que aprendamos más sobre el microbioma de la piel.
Parece que un cambio en el entorno de la piel es fundamental para el desarrollo del acné. A la inversa, un cambio en el entorno de otro tipo tendría que ayudar a controlar esta condición. Preferimos desalentar las bacterias malas, en lugar de matar a todas las bacterias como lo haría el peróxido de benzoilo.

¿Cómo afecta al microbioma de la piel el cuidado de la piel?
Las bacterias del acné descomponen los triglicéridos presentes en el sebo y utilizan los ácidos grasos como fuente de nutrientes. Las cremas y lociones promueven la hidratación de la piel, lo que resulta en una caída en el contenido de sebo, lo que puede disminuir la abundancia de bacterias del acné.
Para bien (y para mal)
No todos los activos son buenos para todo. Se encontró que los suplementos de vitamina B12 inducen la producción de porfirina en cepas de C. acnes de pacientes con acné, mientras que las cepas de C. acnes de personas sanas no tienen esta capacidad. La porfirina puede inducir inflamación de la piel y desarrollo de acné, por lo que los suplementos de vitamina B12 en asociación con C. acnes podrían empeorar el acné.

¿Necesitás dejar de bañarte para proteger tu microbioma?
No, al igual que no es necesario que dejes de cepillarte los dientes para proteger las bacterias que residen en tu boca (sí, asqueroso). Y podés usar desodorante. No es necesario que, por proteger tu salud, “actúes de forma natural” y disuadas a las personas de acercarse a vos.

¿Necesitás rociar bacterias “vivas” en tu cuerpo?
No. Y las regulaciones no permiten la venta de productos para la piel que contengan bacterias vivas. Independientemente de lo que diga la publicidad, existe un límite legal estricto sobre la cantidad de bacterias vivas permitidas en un producto para el cuidado de la piel. Si una marca está tratando de venderte un producto con bacterias vivas capaces de crecer en tu piel, te está mintiendo.

Piel sensible y microbioma
Aquí la causa y el efecto son importantes. Es probable que algunos productos para el “cuidado de la piel” maten las bacterias y modifiquen el microbioma. Una consecuencia puede ser la piel sensible. En un grupo de personas que se quejaban de tener piel sensible, Lactobacillus y Mucor racemosus resultaron ser más abundantes y Malassezia restricta menos abundante. Algunos productos para el “cuidado de la piel”, como los que contienen alcohol, exfoliaciones ácidas, detergentes u oxidantes, pueden causar piel sensible.

¿Causa o consecuencia?
Las enfermedades inflamatorias de la piel están asociadas con un desequilibrio del microbioma cutáneo. Diversos estudios han demostrado la asociación de patógenos específicos con cada enfermedad específica. Esto no implica causalidad, puede ser simplemente que las poblaciones bacterianas cambian como resultado de cambios fisiológicos de la piel. Un ejemplo notable: los adolescentes producen más sebo, lo que provoca acné. El uso de antitranspirantes “naturales” aumentará el pH y estimulará el crecimiento de hongos.

Lección para llevar a casa
No ataques lo que no conocés bien: si empezás a usar oxidantes fuertes como el peróxido de benzoilo o productos antibacterianos, o eliminás las capas externas de la epidermis que constituyen la barrera natural de la piel, podés buscarte problemas porque estarás interrumpiendo el equilibrio natural alcanzado entre la piel y su microbioma.


Los detergentes fuertes en el champú causarán el mismo tipo de daño al cuero cabelludo.
No alimentes a las “bacterias malas” con aceite de coco y grasas similares.
No uses antitranspirantes “naturales” que aumentan el pH natural y ácido de la piel, esto estimulará el crecimiento de hongos y tendrás que lidiar con una infección desagradable.
Nada de oxidantes fuertes (como el peróxido de benzoilo)
Nada de etanol, alcohol desnaturalizado ni solventes fuertes
Mantené el pH de la piel sobre el lado ácido
Duchate después de la piscina, de lo contrario el cloro sobrante, un oxidante fuerte, dañará tu piel y tu microbiota.



¿Cuánto deberías preocuparte por el microbioma de la piel?
Preocuparse es malo. No me preocuparía a menos que surgiera un problema real. No escuches toda ese discurso sobre lo natural, seguí duchándote y lavándote el cabello.
¿Cómo hacemos, en Skin Actives, para ayudarte a proteger el microbioma de tu piel? Respetamos la fisiología de la piel y nuestros productos están diseñados para proteger tu piel y curarla. De ese modo, también protegerán el microbioma de tu piel.
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Referencias
Wilmanski, T., Diener, C., Rappaport, N. et al. Gut microbiome pattern reflects healthy ageing and predicts survival in humans. Nat Metab 3, 274–286 (2021). https://doi.org/10.1038/s42255-021-00348-0
Moskovicz, V., Gross, A., & Mizrahi, B. (2020). Extrinsic Factors Shaping the Skin Microbiome. Microorganisms, 8(7), 1023. doi:10.3390/microorganisms8071023
Nørreslet, L. B., Agner, T., & Clausen, M.-L. (2020). The Skin Microbiome in Inflammatory Skin Diseases. Current Dermatology Reports. doi:10.1007/s13671-020-00297-z
Keum, H. L., Kim, H., Kim, H.-J., Park, T., Kim, S., An, S., & Sul, W. J. (2020). Structures of the Skin Microbiome and Mycobiome Depending on Skin Sensitivity. Microorganisms, 8(7), 1032. doi:10.3390/microorganisms8071032


 

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo