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El papel de los adaptógenos en el cuidado de la piel

¡….si existiera alguno! “Adaptógeno” puede sonar científico, pero no es un término utilizado en ciencia o medicina.

Según Wikipedia, “A fecha 2020, el término no estaba aceptado en las prácticas farmacológicas, fisiológicas o clínicas habituales en la Unión Europea”. Además, según Wikipedia, “los adaptógenos o sustancias adaptógenas se utilizan en la medicina herbológica para la supuesta estabilización de los procesos fisiológicos y la promoción de la homeostasis”(entendida como “ahí no hay, ahí”).

Dicho sea de paso, ¿qué sabés de la ciencia en la otrora Unión Soviética? Las dictaduras no son buenas para la ciencia, ya que los científicos son humanos y tratarán de “encontrar” resultados que se ajusten a la opinión del dictador. Por ejemplo, la Unión Soviética inventó el lysenkoísmo, una falsa versión científica de la genética. El problema de la falsa ciencia es que no funciona, es decir, no tiene poder predictivo, y no ayudará a mejorar la vida ni a eliminar enfermedades. Por cierto, los científicos que trabajaban para el régimen soviético conservaron la cabeza, así que quizá la teoría adaptógena fue útil para sobrevivir al estrés del comunismo (Google “Complot de los médicos en 1953”).

Figura. La falsa ciencia de Lysenko fue muy dañina, resultando en hambrunas y millones de muertos.

Adaptógenos es una de las palabras pseudocientíficas utilizadas en las ensaladas de palabras. Quizá te sorprenda saber que este concepto surgió en la Unión Soviética de la mano de un toxicólogo llamado Nikolai Lazarev. Durante la Segunda Guerra Mundial, se administraron diversos estimulantes a pilotos y miembros de tripulaciones de submarinos; el objetivo era obtener una píldora que pudiera mejorar el rendimiento mental y físico. Los nazis pasaron por alto la investigación fitoquímica: suministraron a sus tropas metanfetamina (también conocida como metanfetamina cristalina), de nombre comercial Pervitin. Más tarde, se añadió cocaína a la fórmula para aumentar la euforia, incrementar la potencia mediante la interacción con otras drogas y reforzar la adicción.

Lazarev utilizó el término en 1947 para describir sustancias que aumentan la resistencia al estrés. Por supuesto, la Unión Soviética fue pionera en estos estudios. Los primeros estudios sobre los efectos estimulantes de la Schisandra chinensis (baya de magnolia) se publicaron en revistas militares de la Unión Soviética de la Segunda Guerra Mundial; sus científicos examinaban plantas en busca de efectos “adaptógenos”. El objetivo era desarrollar fármacos para aumentar la capacidad humana de sobrevivir en situaciones de estrés intenso o prolongado, manteniendo la capacidad de realizar trabajo físico y mental

… A la inversa, en Skin Actives
Mi formación se centró en la botánica y la fisiología vegetal. Más tarde me adentré en la bioquímica y la biología molecular y utilicé todo eso para comprender cómo influyen las distintas sustancias químicas en la biología de la piel. Cuando estudio un ingrediente, busco las pruebas científicas que respaldan su uso. Me gusta más cuando hay un mecanismo de acción claro, pero me conformo con un beneficio claro para la piel o el tejido subyacente. El efecto tiene que ser mensurable, y la sustancia química debe ser segura para el uso humano.


Hannah


Referencias

Panossian A, Wikman G. (2010) Effects of Adaptogens on the Central Nervous System and the Molecular Mechanisms Associated with Their Stress-Protective Activity. Pharmaceuticals (Basel). 19;3(1):188-224. doi: 10.3390/ph3010188. PMID: 27713248; PMCID: PMC3991026.

Szopa A, Ekiert R, Ekiert H. (2017) Current knowledge of Schisandra chinensis (Turcz.) Baill. (Chinese magnolia vine) as a medicinal plant species: a review on the bioactive components, pharmacological properties, analytical and biotechnological studies. Phytochem Rev. 16:195-218. doi: 10.1007/s11101-016-9470-4. Epub 2016 May 12. PMID: 28424569; PMCID: PMC5378736.

 

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo