Cuidado de la piel aprovechando la riqueza química de las plantas

¿Por qué utilizamos tantos extractos vegetales en nuestros productos? Porque las plantas, para sobrevivir en entornos difíciles y luchar contra bacterias, hongos y virus, han desarrollado sofisticadas reacciones químicas capaces de producir sustancias químicas complejas con capacidades muy especiales. Y nosotros los seres humanos, no. Los humanos somos bastante complicados, pero no podemos fabricar cosas como la apocinina, los betaglucanos o el ácido azelaico.
Por ejemplo: si plantás girasoles en tu jardín, harán un buen trabajo suprimiendo las malas hierbas. ¿Cómo? Producen unas sustancias químicas llamadas lactonas sesquiterpénicas. Estas sustancias químicas son una rica fuente de fármacos (algunos tienen propiedades citotóxicas, antitumorígenas, antibacterianas y antifúngicas). Pueden ser tóxicas para el ganado y causar graves problemas neurológicos a los caballos. Algunos corales producen sustancias químicas similares. Los humanos no lo hacemos ni podemos hacerlo. Eso sí, si no nos gusta nuestro vecino, ¡podemos mudarnos! Las plantas no pueden moverse.

Muchas sustancias químicas de las plantas tienen un significado evolutivo; han evolucionado como elementos disuasorios contra los herbívoros, o son antifúngicas, antibacterianas y/o antivirales. Aclaremos: no existió ninguna “intención” de fabricar sustancias químicas beneficiosas para el ser humano, ¡al contrario! Simplemente ocurre que algunas sustancias químicas inhiben una enzima humana (o promueven otra) o se unen a un receptor con un ligando previsto diferente. Por ejemplo, los fitoestrógenos pueden ser beneficiosos para las mujeres con menopausia, ¡pero evolucionaron para proporcionar ventajas a las plantas disminuyendo la tasa de natalidad de los organismos devoradores de plantas!

La maquinaria genética es la responsable de la evolución de la novedad química en las plantas y los principales acontecimientos de surgimiento de plantas y linajes de herbívoros.
Muchas sustancias químicas de las plantas tienen actividad antioxidante. En este caso, las plantas también utilizan muchas de ellas como antioxidantes porque tienen que controlar el estado redox de sus células al igual que hacemos los humanos.

Productos químicos puros frente a extractos de plantas

De mi libro
No todos los extractos de plantas son iguales. Algunos extractos de plantas son beneficiosos, y esto se debe a que hay algunas sustancias químicas útiles en la mezcla de cientos presentes en el extracto. A medida que avanza la fitoquímica, es posible identificar los componentes beneficiosos y, con el tiempo, determinar cómo actúan, es decir, su mecanismo de acción.
¿Cuáles son las ventajas de identificar la sustancia química activa? Una vez que se sabe qué es lo que actúa en esa mezcla, es posible separar la sustancia química útil del resto, utilizando diversos métodos de purificación. Paso a paso, se obtiene la sustancia química activa cada vez más pura. Este proceso es costoso, pero tiene ventajas: es menos probable que el extracto enriquecido tenga efectos adversos causados por otras sustancias químicas no beneficiosas que acompañan a la buena en el extracto total. Además, la sustancia química pura puede ser más agradable y más compatible con la crema o suero portador que el extracto crudo.
A veces, una planta contiene tantas sustancias químicas beneficiosas que no tiene sentido purificar una de ellas, como ocurre con nuestro fermento de extracto de algas marinas, que proporciona un medio nutritivo completo e hidrata la piel y el cuero cabelludo. El sustrato para la fermentación es el kelp, una macroalga marina (Phaeophyta). La fermentación hace que el contenido celular de estas algas esté fácilmente disponible para nuestra piel y cuero cabelludo, maximiza sus propiedades hidratantes y pone a disposición los nutrientes que necesita la piel. El fermento también tiene una actividad calmante y antipruriginosa. El fermento es rico en fucoidan, carragenina, alginina, minerales y muchas sustancias químicas activas. También aporta minerales como yodo, cobre, molibdato, magnesio y otros necesarios como cofactores en las reacciones enzimáticas del metabolismo de los lípidos y la conversión de energía. La fucoxantina es un pigmento presente en las Phaeophyta (algas pardas) que puede proteger la piel del fotoenvejecimiento causado por los rayos UV. Los fucoidanos son polisacáridos sulfatados con estructuras que dependen de la fuente vegetal y de las condiciones de cultivo. Cuando se aplica fucoidan a la piel, aumenta la densidad de los haces de colágeno, disminuye la actividad de las proteasas, aumenta la eliminación de radicales libres y aumenta la proliferación celular. Estos efectos estarían mediados por el aumento de la expresión de ß1-integrina y también podrían ayudar a la cicatrización de heridas. Además de ayudar en la síntesis de colágeno, el fucoidan inhibe la replicación de muchos virus, como el herpes, el citomegalovirus humano y el VIH-1, entre otros.

En resumen, usamos plantas. Cuando un extracto de planta es genial en algo, los científicos trabajan duro para identificar las sustancias químicas activas. A continuación, dilucidamos los mecanismos de acción en humanos y purificamos las sustancias químicas beneficiosas (dejando atrás las menos buenas). Cuando es posible (en química, las plantas son mejores que los humanos), ¡incluso sintetizamos la valiosa sustancia química vegetal!


Hannah


Referencias
Picman, AK (1986). Biological activities of sesquiterpene lactones, 14: 255–281. doi:10.1016/0305-1978(86)90101-8
Kariñho-Betancourt, E. (2019). Coevolution: Plant-herbivore interactions and secondary metabolites of plants. In: Merillon, JM., Ramawat, K. (eds) Co-Evolution of Secondary Metabolites. Reference Series in Phytochemistry. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-319-76887-8_41-1

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo