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¿Cuál es mi tipo de piel? ¿Qué importancia tiene obtener los productos adecuados para mi tipo de piel?

Existen muchas clasificaciones de tipos de piel. La pregunta es, ¿tienen importancia para vos?

El tradicional fototipo de la piel  de Fitzpatrick está orientado hacia la genética y lo que hace unas décadas se habría llamado “raza”. Qué tan pálida u oscura es la piel y cómo reacciona al sol. ¿Se broncea fácilmente o se quema? Es una clasificación simple y fácil de usar, aunque un poco obvia.

Es importante que entiendas que no existe una clasificación científica única de los tipos de piel, por lo que cualquier experto/a puede crear su propio sistema y las cosas se pueden complicar bastante.

Existe una influencia obvia de la genética en la apariencia y fisiología de la piel, sin siquiera considerar el color de la piel. De manera que se podría seguir y comenzar la clasificación tomando como base  estas muchas diferencias. ¿Tiene sentido? Probablemente no. La piel sana funciona y sólo tiene sentido empezar con “correcciones” cuando deja de funcionar bien.

¿Cuántas clasificaciones de tipos de piel existen? Muchas. ¿Cuál usarás?

Muchas marcas de productos para el cuidado de la piel utilizan el siguiente sistema como herramienta publicitaria. Pieles secas, grasas, mixtas y sensibles. ¿Qué tan útil es este sistema? No mucho, porque es posible que cuando empieces a prestar atención al tipo de piel que te correspondería,  ya seas un consuetudinario usuario de productos para el cuidado de la piel. En este caso, en lo que tenés que prestar atención es a cómo están afectando la apariencia y fisiología de la piel los productos que usás. En mi opinión, la mayoría de los problemas de piel sensible están relacionados con el uso excesivo de la limpieza y exfoliación de la piel, ya sea por ácidos, proteasas o métodos físicos. No te quejes, si estás tratando tu piel muy viva como si fuera una pared, ¡no te asombres de las consecuencias!

La Dra. Baumann distingue16 tipos de piel en su clasificación. Elige 4 criterios: si la piel es grasa (o seca), pigmentada (o no), sensible (o no) y arrugada (o estirada). Incluye variables genéticas y ambientales, como el tabaquismo y la exposición a los rayos UV. Una característica más aumentaría el número de tipos a 25, dos más los llevaría a 36, ​​etc. ¿Ayuda este “sistema”? No lo creo.

Si vas a gastar tiempo tratando de encontrar tu “tipo” de piel,  necesitás comenzar con la razón por la que querrías averiguarlo. La clasificación no te dará una solución milagrosa para tus problemas de piel. Además, y esta es mi opinión,  cuando una mujer comienza a preocuparse por su tipo de piel, las condiciones ambientales, incluida la forma en que trata su piel, habrán influido tanto en la piel que la genética será un componente menor.

Lo que sugiero es que te fijes en tu piel tal como está ahora. Respondé las siguientes preguntas:

  1. ¿Tenés la piel grasosa?
  2. ¿Tu piel está sensible? Cualquier cosa que le apliques pica, quema e incluso duele.
  3. ¿Tu piel muestra daño por rayos ultravioleta? ¿Daños causados ​​por fumar?
  4. ¿Tenés un “problema de acné”?
  5. ¿Hay algo que te moleste mucho?
  6. ¿Tenés un lunar que no estaba allí antes?

Hay problemas que son urgentes, como un lunar que antes no tenías o que cambió en los últimos meses. Este es el tipo de problema que requiere un dermatólogo, aunque tu médico de cabecera también debería poder ayudarte. Algunas características sugieren malignidad y requieren una biopsia.

De lo contrario, relajate.

  1. La piel grasa es un motivo para estar feliz:  tu piel envejecerá muy lentamente.
  2. Si tu piel es sensible, prestá atención. Se está quejando y es muy posible que se queje de lo que le estás haciendo.
  3. Daños por rayos UV y ROS *. Aprendé lo que los rayos UV y ROS *, incluido el tabaquismo, le hacen a su piel. Empezá por prevenir un daño mayor usando protector solar. Evitar un daño mayor le dará a tu piel la oportunidad de usar sus propios recursos para curarse. Podés ayudarte con algunos productos Skin Actives que acelerarán la curación natural proporcionando proteínas valiosas, idénticas a las que ya poseés, para desactivar ROS *, promover la división celular y la síntesis de proteínas.
  4. El acné se puede controlar. Si es grave, puede ser necesario que un médico analice opciones, incluida la posibilidad de que exista una disfunción hormonal. Si no es tan grave, tomá en cuenta los productos Skin Actives que son de ayuda. Evitá el maquillaje pesado y los productos que pueden obstruir tus poros y hacer felices a las bacterias del acné.

En resumen, en lugar de tratar de “encajar” en la clasificación de alguien, prestá atención a tu piel y fijate si tiene problemas reales que requieren solución.

Y, sobre todo, no utilices palabras peyorativas, no seas tu propio matón descalificador y agradecé a tu piel por su trabajo bien hecho: protegiéndote.

 

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo