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¿Cómo llegamos a los «productos químicos para siempre»? ¿Y cuánto tiempo es «para siempre»?

La respuesta al «cómo» suele ser «con arrogancia e ignorancia». Todos los días deberían ser el Día de la Tierra, y deberíamos ser cuidadosos a la hora de introducir nuevas sustancias químicas en la Tierra.

Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son una clase de compuestos artificiales formados por una cadena principal de perfluoroalquilo y un grupo funcional terminal, y han sido ampliamente utilizadas.

A mediados del siglo XX, éramos más ingenuos sobre lo que la química y la invención podían hacer y lo que no. Cuando se los introdujo en la década de 1940, los PFAS eran considerados inertes. Aun así, los primeros estudios sobre su uso en el ámbito laboral revelaron niveles elevados de sustancias fluoroquímicas, como el ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA, C8), en la sangre de trabajadores industriales expuestos. En aquel momento, no se observaron efectos nocivos para la salud, y las concentraciones en sangre parecían estar muy por debajo de los niveles tóxicos y cancerígenos hallados en estudios con animales. Sin embargo, debido a la larga vida útil de los PFAS y a la contaminación ambiental generalizada, se ha demostrado que este tipo de sustancias químicas se acumula en los seres humanos hasta tal punto que pueden producir resultados adversos para la salud. Ha llegado el momento de perder la ingenuidad.

Para siempre
¿Qué es «para siempre»? A menudo se hace un mal uso de las palabras en el ámbito público. En ciencia, se supone que utilizamos las palabras con precisión. A los extraños que intentan asustarte para que contribuyas a «organizaciones sin fines de lucro» les encanta utilizar palabras como ésa, ¡como si no tuviéramos suficientes asuntos reales para asustarnos!

Los productos químicos para siempre no son «para siempre» porque nada dura para siempre. Aun así, lo suficientemente largo puede ser demasiado largo, como una vida media de eliminación de un suero de 4-5 años, especialmente para los trabajadores de las industrias pertinentes. Sin embargo, los PFAS no son para siempre, y los estudios demuestran que los tratamientos químicos, incluidos los fotoquímicos, electroquímicos y térmicos, pueden degradar los PFAS. Las vías de degradación de los PFAS están estrechamente relacionadas con el tipo de grupos de cabeza y la longitud de las cadenas, factores que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un producto químico para un uso concreto.

¿Hemos aprendido algo? ¿Qué hay de los futuros «inventos»?
Ya sabemos que cuando los directivos de la industria se preocupan más por el beneficio final que por el impacto medioambiental, los resultados pueden ser una contaminación ecológica generalizada.

También sabemos que los seres humanos son conocidos por asumir riesgos cuando hay beneficios de por medio. Los químicos orgánicos y sus empleadores deberían ser menos aventureros a la hora de diseñar sustancias químicas que no existen ya en la naturaleza. ¿Por qué? Nadie sabe lo que una sustancia química desconocida puede ocasionar al cuerpo humano o al resto de la naturaleza. Me opongo especialmente a la creación de nuevas sustancias químicas cuando no son necesarias. La industria cosmética da muchos ejemplos porque basa la publicidad en la novedad. ¿Una nueva vitamina C? ¡Ni siquiera se molestan en demostrar que la sustancia química que han inventado tiene actividad de vitamina C!

Cuando se anuncia una nueva sustancia química, hay que preguntar al anunciante por qué la necesitaríamos. ¿Necesitamos un nuevo acondicionador para el cabello que plastifique nuestro cabello y cuero cabelludo? ¿Por qué?

El mensaje para llevar a casa es que no tenemos que dejarnos asustar por expresiones como «para siempre». Tampoco hay que ser aventurero cuando se trata de productos que no son esenciales. Por ejemplo, puedo estar dispuesta a correr riesgos para salvar la vida de un bombero, pero no para ahorrarme unos céntimos en un acondicionador para el cabello. ¿Por qué inventar una nueva cera cuando ya tenemos muchas en la naturaleza? Sí, puede que a corto plazo se ahorre algo de dinero, pero ¿vale la pena? Quizá la industria sería más cuidadosa a la hora de introducir novedades si tuviera que gastar dinero y tiempo en demostrar que un nuevo producto químico es seguro. Además, esto supone un incentivo para utilizar materiales que, de otro modo, irían a parar a la basura.

Si la industria del cuidado de la piel sigue utilizando la novedad como argumento de venta, corremos el riesgo de introducir nuevas «sustancias químicas que duran demasiado» o algo peor. Sugiero que empecemos por desconfiar de los ingredientes de nueva creación. Esto no significa que los ingredientes naturales estén libres de riesgos, pero al menos han existido durante miles de años y hemos llegado a conocerlos mejor. En Skin Actives, nos enorgullecemos de nuestro conocimiento de los ingredientes naturales y los utilizamos de la mejor manera posible. Y no tenemos ningún problema en utilizar productos químicos elaborados en laboratorio si son idénticos a los de la madre naturaleza.

Hannah

Referencias
Behr, A-C; Lichtenstein, D; Braeuning, A; Lampen, A; Buhrke, T (2018). Perfluoroalkylated substances (PFAS) affect neither estrogen and androgen receptor activity nor steroidogenesis in human cells in vitro. Toxicology Letters, 291: 50-60, doi:10.1016/j.toxlet.2018.03.029

Uwayezu, J.N., Carabante, I., van Hees, P., Karlson, P. and Kumpiene, J. (2023) Validation of UV/persulfate as a PFAS treatment of industrial wastewater and environmental samples. J. Water Process Engineering 53: 103614, https://doi.org/10.1016/j.jwpe.2023.103614

 

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo