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¿Que tu protector solar está matando a los corales? ¡NO!

En días como los que vivimos no podés creer todo lo que leés. O tal vez nunca tendrías que hacerlo. Con Internet como medio, nos bombardean con mensajes que nos dicen que todo lo que hacemos está mal (y, desde ya, que compremos aquel otro producto).
¡Basta! La persona (o bot, para robot) te está diciendo eso solo porque has hecho “click”. No hay información real detrás de esos mensajes de pánico. Sea cual fuere la razón del mensaje, el resultado es una avalancha de información falsa. El objetivo de hoy es protector solar, ayer era el antitranspirante o la vaselina o los conservantes o, lo que es peor de todo, las vacunas.


No confíes en ellos. Sí podés confiar en mí. Leo la literatura científica y hago todo lo posible por descartar la falsa ciencia de mala calidad, y por atenerme a lo que está validado para así poder informarte honestamente, de acuerdo con lo mejor de mis habilidades (que, según he descubierto recientemente, son muchas).
Volviendo a los protectores solares: si estás planeando bucear entre los corales, tal vez podrías usar un protector solar que contenga solo óxido de zinc. Pero esta precaución no tiene fundamento, pues no hay una buena razón para creer que el protector solar tiene algo que ver con la crisis ambiental que están atravesando los corales.


¿Qué son los corales?
Lo que vemos en las fotografías son exoesqueletos que han sido construidos por animales minúsculos. Los colores sorprendentes son pigmentos formados por algas aún más pequeñas que viven dentro de esos animales microscópicos. Cuando estos organismos vivos se ven sometidos a estrés (alta temperatura, contaminación química, infección), las algas los expulsan y el coral se blanquea, convirtiéndose en un fantasma de la bella criatura que alguna vez fue. Si el estrés se revierte lo suficientemente rápido, las algas pueden recuperarse así como su magia. Si no…


Figura: Una variedad de corales que aflora en Flynn Reef, parte de la Gran Barrera de Coral cerca de Cairns, Queensland, Australia. Por Toby Hudson.

La explicación más extensa, extraída de Wikipedia (que es genial para biología y bioquímica).

Los corales son invertebrados marinos pertenecientes a la clase Anthozoa del filo Cnidaria. Típicamente viven en colonias compactas de muchos pólipos individuales idénticos. Las especies de corales incluyen a los importantes constructores de arrecifes que habitan los océanos tropicales y secretan carbonato de calcio para formar un esqueleto duro.
Un “grupo” de coral es una colonia de innumerables pólipos genéticamente idénticos. Cada pólipo es un animal parecido a una bolsa, típicamente de unos pocos milímetros de diámetro y unos pocos centímetros de longitud. Un conjunto de tentáculos rodea la abertura central de la boca. Cada pólipo excreta un exoesqueleto cerca de la base. A lo largo de muchas generaciones, la colonia crea un esqueleto característico de la especie, que puede medir hasta varios metros. Las colonias individuales crecen por reproducción asexual de los pólipos. Los corales también se reproducen sexualmente desovando: los pólipos de la misma especie liberan gametos simultáneamente durante la noche, a menudo alrededor de la luna llena. Los óvulos fecundados forman planulas, una forma móvil temprana del pólipo coralino que cuando madura se asienta para formar una nueva colonia.
Aunque algunos corales son capaces de atrapar plancton y peces pequeños utilizando las células punzantes de sus tentáculos, por lo general los corales obtienen la mayor parte de su energía y nutrientes de los dinoflagelados unicelulares fotosintéticos del género Symbiodinium que viven dentro de sus propios tejidos. Se los conoce comúnmente como zooxantelas y son los que le dan color al coral. Estos corales requieren luz solar y crecen en aguas claras y poco profundas, típicamente a profundidades de menos de 60 metros (200 pies). Los corales son los que más contribuyen a la estructura física de los arrecifes de coral que se desarrollan en aguas tropicales y subtropicales, como la Gran Barrera de Coral en la costa de Australia. Estos corales corren cada vez más riesgo de sufrir eventos de blanqueamiento en los que los pólipos expulsan las zooxantelas como respuesta al estrés, causado por ejemplo por el alta temperatura del agua o las toxinas.



¿Qué les está pasando a los corales del mundo?
Depende del área. Los arrecifes de coral de Florida han experimentado recientemente un evento de mortalidad relacionado con una enfermedad por la que pierden tejido coralino pedregoso, lo que ha resultado en la muerte masiva de varias de las especies de coral que forman los arrecifes; esta enfermedad afecta al menos a 24 especies de coral escleractiniano. Parece que la enfermedad es contagiosa; el agente aún no ha sido identificado, pero puede ser que estén involucradas las bacterias Rhodobacterales y Rhizobiales.


Aun cuando los agentes proximales son las bacterias, también pueden tener incidencia los cambios ambientales. Por ejemplo, los cambios en la temperatura del mar pueden afectar la fisiología de los corales haciéndolos más propensos a la infección bacteriana. Otros factores son la contaminación química y la sedimentación.
Para entender por qué mueren los corales, tenemos que entender su complejidad. No son un solo organismo, son un holobionte, hecho de una simbiosis (una cooperación que es de beneficio mutuo) de un animal, una Cnidaria y las zooxantelas, algas flageladas diminutas. Cuando las cosas se ponen difíciles, el tejido coralino pierde las algas y sus pigmentos, produciendo una apariencia esquelética blanca. Si el coral es repoblado por zooxantelas lo suficientemente pronto después del blanqueo, puede volver a formar un holobionto viable, pero de lo contrario el coral usualmente morirá.


Lo que más me molesta
Como de costumbre, lo que más me molesta es la ignorancia que transmiten al público personas/organizaciones que tienen una agenda secreta. Los peores son aquellos a quienes les gustaría (al menos en teoría, ellos esperan quedar a salvo) que desaparezca la humanidad para que los corales vuelvan a florecer. No cambiaría por nada a mis nietos ni a la ópera ni a la ciencia ficción. Otros pueden estar tratando de venderte sus productos, pero sus métodos no difieren tanto de los de quienes están dispuestos a sacrificar a la humanidad para mantener vivos a los corales y los mosquitos.


Gaia, o Pachamama, o Naturaleza, como se la llame, incluye a los humanos. Puede que no ame a la humanidad pero amo a mis seres humanos.

En resumen: sí, debemos cuidar los corales, debemos trabajar para salvar el medio ambiente de los desastres ecológicos que derivan principalmente del uso abusivo de combustibles fósiles y del aumento del dióxido de carbono en la atmósfera con el consiguiente aumento de la temperatura del mar y del planeta. ¡Pero no confíes en los ignorantes que te dicen que tenés que sacrificar tu piel hasta el melanoma para salvar a Gaia!

Referencia
Muller, E. M., Sartor, C., Alcaraz, N. I., & van Woesik, R. (2020). Spatial Epidemiology of the Stony-Coral-Tissue-Loss Disease in Florida. Frontiers Marine Science, 7. doi:10.3389/fmars.2020.00163

Traducido por la Dra Cecilia Hidalgo.