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¿Por qué el acné cambia cíclicamente? Por el ciclo ovárico.

Ignoramos el ciclo menstrual a nuestro propio riesgo pues tiene mucha importancia.
El acné es común en mujeres postadolescentes y puede notarse un aumento de las lesiones en los últimos 7 a 10 días del ciclo menstrual. ¿Por qué?

El cambio hormonal a lo largo del ciclo menstrual produce variaciones mensurables en la función inmune y la susceptibilidad a las enfermedades. La piel y el cuero cabelludo tienen receptores de estrógeno y progesterona tanto en la dermis como en la epidermis. Los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan durante el ciclo e influyen en numerosas características de la epidermis, incluida la secreción de lípidos y la producción de sebo, el grosor de la piel, la deposición de grasa, la hidratación de la piel y la función de barrera. El contenido de colágeno dérmico, que contribuye a la elasticidad de la piel, también se ve afectado. Los niveles de estrógeno influyen además en la pigmentación de la piel y la sensibilidad a los rayos UV, e incluso en la flora microbiana de la piel.

Figura: La progresión del ciclo menstrual y algunas de las hormonas que contribuyen a él. Por Isometrik – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8703107


En los varones, la producción total de sebo parece constante. A diferencia de los varones, la excreción de sebo en las mujeres exhibe un ritmo que está relacionado con la fase del ciclo menstrual. La excreción de sebo disminuye en la fase de estrógenos y aumenta durante la fase lútea. La retención de líquidos (lo que llamamos hinchazón) alcanza su punto máximo en el primer día del flujo menstrual, es más baja durante el período folicular medio y aumenta gradualmente durante los días que rodean la ovulación. La retención de agua puede facilitar la ruptura de los folículos, expulsando el sebo y las bacterias hacia la dermis y provocando la formación de pústulas. Las variaciones en el número de folículos sebáceos activos y en la producción de sebo han sido prominentes en mujeres con piel grasa y casi ausentes en mujeres con piel seca.
Los polifenoles, como la epigalocatequina-3-galato en el té verde y el resveratrol en las uvas y los frutos pulposos suprimen la lipogénesis sebácea y disminuyen las manifestaciones del acné vulgaris. Los curcuminoides son inhibidores de TORC1 y pueden ayudar a controlar el acné.


¿Qué hacer? Si no hay acné, nada. Pero si tu piel está predispuesta al acné, controlá la secreción de sebo usando T-zone serum. El limpiador salicílico también ayudará. Y preparate para una “explosión” con Zit ender, que tendría que abreviar la duración de cualquier lesión.

Referencias
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Piérard-Franchimont, C., Piérard, G. E., & Kligman, A. M. (1991). Rhythm of Sebum Excretion during the Menstrual Cycle. Dermatology, 182(4), 211–213. doi:10.1159/000247796

White CP, Hitchcock CL, Vigna YM, Prior JC. ( 2011) Fluid Retention over the Menstrual Cycle: 1-Year Data from the Prospective Ovulation Cohort. Obstet Gynecol Int. 2011:138451. doi:10.1155/2011/138451

Melnik, B. C. (2018). Acne vulgaris: The metabolic syndrome of the pilosebaceous follicle. Clinics in Dermatology, 36(1), 29–40. doi:10.1016/j.clindermatol.2017.09.006

Las afirmaciones de esta página no han sido evaluadas por la FDA y no están destinadas a diagnosticar, curar, tratar o prevenir ninguna enfermedad.

Traducido por la Dra Cecilia Hidalgo