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Nuestros cuerpos y rostros no son tendencias de la moda. O no deberían serlo

Miramos con horror las viejas fotos de mujeres con corsés, o los pies femeninos deformados por años de ataduras. Y, sin embargo, estamos repitiendo los viejos errores con la ayuda de la ciencia, la farmacología y la cirugía plástica. Los corsés han sido sustituidos por Spanx, más cómodos. La gente utiliza productos químicos sintéticos inyectables para perder 10 kilos en un par de semanas. Las mujeres acuden a cirujanos plásticos que olvidaron su juramento hipocrático para que les quiten la grasa de la cara. Otras consiguen que los mismos cirujanos plásticos les inyecten grasa o ácido hialurónico químicamente modificado en la cara.

¿Se puede jugar así con el cuerpo y mantenerse sano? Tal vez, pero de un modo u otro se pagará el precio.

Mi argumento, que suena moralista, es que no deberías experimentar con tu cuerpo como si fuera un juguete. Puede que llegues a arrepentirte del experimento, pero para entonces ya será demasiado tarde. Puede que el experimento no sea reversible y tendrás que cargar con los problemas que ha causado, además de ver en el espejo un rostro que no reconocés.

Ejemplos:
Extraer la grasa bucal: ¿te sentís demasiado joven y querés acelerar el proceso de envejecimiento? Podés pedirle a un cirujano plástico corrupto que te extraiga la grasa bucal y, ¡voilá! lucirás como si tuvieras veinte años más. Esta cirugía es irreversible. Inyectar grasa de otra parte del cuerpo no te aproximará a la situación original.

Inyectar polímeros modificados químicamente en los labios: el cuerpo está vivo y reconocerá que esas sustancias químicas son extrañas. Las sustancias químicas pueden migrar al interior de la cara, provocar una reacción alérgica, inducir la formación de tejido cicatricial o, ¡quién sabe cuántas otras cosas podrían pasar!

Tu piel, arrugada y atrofiada por el uso de Ozempic o medicamentos similares, puede verse favorecida por los productos Skin Actives. Pero asegurate de obtener información antes de comenzar una costosa serie de inyecciones que pueden envejecer tu rostro y que, después de meses o años de uso y mucho dinero, te dejarán ganar todo el peso que perdiste y algo más.

Recordá que esos procedimientos son experimentales. No requieren la aprobación de la FDA que garantice su seguridad. Incluso cuando la FDA aprueba algo, tené en cuenta que los abogados pueden burlar el sistema y hacer que se aprueben dispositivos sólo porque parecen similares a algo que la FDA aprobó en el pasado. Cuando el daño ya está hecho y prestás atención a la letra chica del contrato que firmaste, es demasiado tarde.

Hannah

ADVERTENCIA: Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la FDA y no pretenden diagnosticar, curar, tratar ni prevenir ninguna enfermedad.

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo