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¿Necesitamos una cirugía plástica? Tal vez no.

Una cosa que sí sé es que la gente es tonta cuando de evaluar sus cuerpos se trata. Esto a menudo funciona en nuestra contra, como cuando los jóvenes se perciben y creen gordos. Esto se llama trastorno dismórfico corporal y puede convertirse en un problema grave que conduce a la muerte, como sucedió con Karen Carpenter, la gran cantante.

Lo mismo sucede con nuestros rostros. Podemos creer que todos están viendo nuestro inmenso grano cuando en realidad es tan pequeño que solo nosotros lo advertimos. Otro tanto ocurre con las arrugas.

Entonces, ¿qué “merece” una cirugía plástica? En esto tenemos que ser muy prudentes, porque el “después” puede ser peor que el “antes”. Fijate en Internet y verás algunos resultados terribles de la cirugía plástica, y lo mismo vale para el láser y otros “tratamientos”, muchos de los cuales son experimentales o, peor aún, ya se ha demostrado que son perjudiciales.

Sugeriría que si tu nariz te hace infeliz, le preguntes a tus amigos qué piensan. Puede que te digan que tu nariz “horrible” te hace hermosa de una manera especial. Esto es lo que descubrió la actriz Jennifer Gray: su nariz vieja la hacía especial y su bonita nariz nueva la volvía casi invisible.

Con respecto a las arrugas o la caída de los párpados, existen algunos productos tópicos muy efectivos, como el suero de colágeno Skin Actives, que puede restaurar la elasticidad de la piel y hacer innecesaria la cirugía plástica. Recordá: la cirugía plástica cortará la piel o inyectará relleno, pero no restaurará la piel hasta su estado juvenil. En cambio, activos como el factor de crecimiento epidérmico y la vitamina A pueden hacer exactamente eso: retroceder el reloj. Por lo tanto, antes de optar por tratamientos costosos y peligrosos, asegurate de probar primero activos tópicos conocidos por ayudar a la salud de tu piel.

ADVERTENCIA: Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la FDA y no están destinadas a diagnosticar, curar, tratar o prevenir ninguna enfermedad.

 

Traducido por la Dra Cecilia Hidalgo