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La piel produce y usa vitamina D. Fijate cómo.

Producimos vitamina D y es posible que necesitemos suplementos de vitamina D. ¿Por qué? Por definición, una vitamina es algo que nosotros, los seres humanos, necesitamos adquirir porque no podemos producirla, pero en realidad podemos producir vitamina D. ¿Por qué, entonces, necesitamos suplementos de vitamina D? Porque para poder producir vitamina D se requieren dos cosas: 7-deshidrocolesterol Y exponer nuestra piel a la radiación UVB.


Vitamina D: no solo para los huesos
La vitamina D cumple un papel importante en la homeostasis y el metabolismo del calcio y es fundamental para la formación de huesos. La vitamina D influye en los huesos, pero también en los intestinos, los sistemas inmunológico y cardiovascular, el páncreas, los músculos, el cerebro y el control de los ciclos celulares. Y la piel.

La síntesis de vitamina D involucra la piel (¡y el hígado y los riñones!)
La vitamina D es una vitamina liposoluble que actúa como una hormona esteroidea y solo puede sintetizarse mediante un proceso fotoquímico. En los seres humanos, la fuente principal de vitamina D es la conversión de 7-dehidrocolesterol en vitamina D inducida por los UVB en la piel. Una exposición de todo el cuerpo durante 15 a 20 min a la radiación UVB que induce el color rosa claro de la dosis mínima de eritema es capaz de inducir la producción de hasta 10.000 UI de vitamina D. En la epidermis, la producción de vitamina D es mayor en las capas basal y espinosa. ¿Ves cuál es el problema? La exposición de todo el cuerpo, de 15 a 20 minutos, no es algo que podamos hacer todos los días en la vida urbana.


Figura: las capas de la epidermis. Ilustración de Magda Levy. La conversión de 7-deshidrocolesterol en previtamina D3 por una fotorreacción promovida por UV-B ocurre principalmente en las capas basal y espinosa de la epidermis.

La vitamina D3 sintetizada por vía cutánea es liberada desde la membrana plasmática y entra en la circulación sistémica unida a la proteína que liga a la vitamina D. Por ser una molécula liposoluble, la vitamina D3 puede ser absorbida por los adipocitos y almacenada en la grasa subcutánea para su uso posterior. Una vez que entra en la circulación, primero en el hígado y luego en el riñón la vitamina D se convierte a su forma hormonal activa, la 1,25-dihidroxivitamina D [1,25 (OH) 2D].


El color de la piel y la vitamina D
A lo largo de la evolución, en las latitudes del norte se seleccionaron una piel más clara, que permite que los rayos UV produzcan vitamina D a partir del 7-dehidrocolesterol. Por el contrario, en las latitudes cercanas al ecuador se seleccionaron pieles más oscuras, que pueden bloquear gran parte de la radiación UV. La falta de “ajuste” entre el lugar donde vivían nuestros ancestros y el lugar donde vivimos ahora da como resultado una insuficiencia de vitamina D que afecta a casi el 50% de la población mundial. En cualquier caso, la vida en la ciudad (¡y las cuarentenas!) no permite una gran exposición a la radiación UV sea cual sea el color de nuestra piel.
La Vitamina D en la diferenciación y proliferación
El calcio y la 1,25 (OH) 2D interactúan para regular el proceso de diferenciación de la piel. La 1,25 (OH) 2D aumenta la expresión de la involucrina, la transglutaminasa, la loricrina y la filagrina, y asimismo aumenta la formación de la envoltura cornificada de los queratinocitos. El mecanismo de acción involucra a la 1,25 (OH) 2D y aumenta los niveles de calcio intracelular mediante la inducción del receptor de calcio.


Efectos antimicrobianos cutáneos
La 1,25 (OH) 2D y su receptor regulan el procesamiento de las glicosilceramidas de cadena larga, que son críticas para la formación de la barrera cutánea, imprescindible en la defensa de la piel. El par también induce receptores de tipo campanada de alerta que inician la respuesta inmune innata en la piel. Tiempo atrás, el aceite de hígado de bacalao (rico en vitamina D) se usaba como tratamiento para la tuberculosis. La vitamina D también influye en las respuestas inmunitarias innatas a los patógenos a través de la síntesis de péptidos antibacterianos denominados catelicidinas y la “presentación” de antígenos por parte de los macrófagos o células dendríticas.


Fuentes y suplementos dietéticos
La vitamina D está disponible en 2 formas distintas, el ergocalciferol (vitamina D2) y colecalciferol (vitamina D3). La exposición al sol proporciona D3, mientras que las fuentes dietéticas pueden proporcionar ambas formas.
Muchos factores que afectan la producción de vitamina D en la piel, como la edad, la obesidad, el color de la piel, los hábitos de vestimenta y las prácticas para evitar el sol, tienen un fuerte impacto en la síntesis de vitamina D. La vitamina D subóptima puede ser tan común que puede terminar siendo el estado “normal”. ¿Deberías preocuparte por la vitamina D? Tal vez, si tenés problemas de piel como la dermatitis atópica, el vitiligo o infecciones frecuentes de la piel.


Dunn, P. M. (1998). Francis Glisson (1597-1677) and the “discovery” of rickets. Archives of Disease in Childhood – Fetal and Neonatal Edition, 78(2), F154–F155. doi:10.1136/fn.78.2.f154
Nair, R., & Maseeh, A. (2012). Vitamin D: The “sunshine” vitamin. Journal of pharmacology & pharmacotherapeutics, 3(2), 118–126. https://doi.org/10.4103/0976-500X.95506

ADVERTENCIA: Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la FDA y no están destinadas a diagnosticar, curar, tratar o prevenir ninguna enfermedad.

 

Traducido por la Dra Cecilia Hidalgo