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La “lapicera de plasma” no existe. ¡Una lapicera de plasma es simplemente un implemento que quema tu piel!

La nombres como la nombres, una quemadura es una quemadura. Hablar de plasma suena muy científico, el término ya se ha usado antes para bautizar antiguos productos para el cuidado de la piel. ¡Pero aquellos productos no quemaron tu piel!

¡Mostrame la investigación que las respalda! No existe. Sin embargo, hay “lapiceras de plasma” listas para lastimar tu piel y algunas personas están dispuestas a pagar por este “tratamiento” experimental.

Una vez más, las mujeres pagarán por los daños que les van a provocar a su piel y su cabello, tal como lo han hecho durante décadas (siglos).
¿Le pagarías a un extraño por quemarte la piel? Las mujeres lo hacen.

“Health Canada está advirtiendo a los consumidores que las lapiceras de plasma (también conocidas como dispositivos de “fibroblastos “), promocionadas para tratamientos cosméticos para la piel como el levantamiento de párpados, la reducción de arrugas y la eliminación de lunares, marcas, cicatrices y manchas, pueden representar un riesgo para la salud”, afirma la Agencia en un comunicado de prensa. “Las lapiceras de plasma son pequeños dispositivos médicos de mano que focalizan la electricidad sobre la superficie de la piel, lo que provoca una quemadura controlada y distribuye el calor por toda el área objetivo”.

Según Health Canada, los posibles efectos secundarios del tratamiento con lapicera de plasma –“incluso cuando el dispositivo se usa correctamente- incluyen dolor, hinchazón de la zona tratada, enrojecimiento, flacidez de la piel (especialmente en los párpados superiores), hiperpigmentación (manchas), sensibilidad a los rayos ultravioleta (UV), peladuras y costras de la piel”.

¡Sé sensata! Para obtener mejoras científicas, probá la crema de vitamina A, el suero de colágeno y el suero ELS de Skin Actives.

Para magia, leé un libro.

 

ADVERTENCIA: Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la FDA y no tienen el propósito de diagnosticar, curar, tratar o prevenir ninguna enfermedad.

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo