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El flautista de Hamelín en la vida real y en el cine

El personaje más despreciable de la película Contagio (2011) no es el virus (que, en tanto porción de ácido nucleico ni siquiera está vivo, por lo que no puede ser perverso) sino Alan Krumwiede (interpretado por Jude Law), un teórico de la conspiración que provoca una matanza (literalmente) a partir de una pandemia viral. A lo largo de los años he ido tomando cada vez más consciencia de cuántos Krumwiedes hay por todas partes. Valoro sinceramente que en la película tanto él como sus terribles métodos sean descriptos de manera tan realista. “¿Oyeron hablar de Forsythia?”

Encontrarán algunos excelentes artículos en los medios de comunicación acerca de si al día de hoy (25/02/2020) entramos casi-pero-aún-no-completamente- en una nueva pandemia, la de coronavirus. Les recomiendo que miren Contagio: es una gran película, entretenida y respetuosa de la comprensión científica de las pandemias. Aquellos a quienes no les importa mucho la ciencia pueden aprender mucho sobre los peligros de la desinformación y la charlatanería.

En el cuidado de la piel, la información errónea se presenta de varias maneras: compañías que venden productos “naturales” y entidades “sin fines de lucro” que ganan dinero vendiendo certificados de “pureza”. Todos difunden mentiras de una forma u otra; no les costará la vida, como en el caso de Forsythia en la película, pero están propagando desinformación y desconfianza en la ciencia. Con el tiempo, la desinformación se extiende aún más y algunas personas terminan rechazando las vacunas, una acción que provoca la reducción de las vidas de los niños. ¿Yo? Siempre soy la primera en la fila para vacunarme contra la gripe del año.

https://www.washingtonpost.com/health/coronavirus-came-from-bats-or-possibly-pangolins-amid-acceleration-of-new-zoonotic-infections/2020/02/07/11eb7f3a-4379-11ea-b503-2b077c436617_story.html

Laurie Garrett (1995) The Coming Plague: Newly Emerging Diseases in a World out of Balance. Macmillan. 768 pp.