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Cuidando el bioma de la piel

¿Qué es? El bioma de la piel es una nueva tendencia en el cuidado de la piel. Hace tiempo, sólo conocíamos una especie bacteriana en nuestra piel: la bacteria del acné. Tanto es así que la mayoría de los tratamientos contra el acné se proponían acabar con todo. El resultado de esta práctica era un montón de gente con “piel sensible”.

¿Qué ha pasado desde aquella época más inocente?  Una vez que los probióticos se hicieron omnipresentes en personas con (o sin) problemas gastrointestinales, la industria del cuidado de la piel vio el potencial de nuevas ventas. El gran obstáculo era que la industria del cuidado de la piel no podía vender productos que contuvieran bacterias, por lo que se dedicaron a los “prebióticos”.

Mitos y realidades sobre el bioma de la piel

En primer lugar: sí, el microbioma de la piel existe (véanse mis otras entradas sobre el tema, con enlaces más abajo). Y sí, debemos cuidarlo. En realidad, el bioma de la piel puede cuidar bien de sí mismo, con algunas excepciones. ¿Cuáles son esas excepciones?

La alteración del bioma de la piel por parte de quien lo posee. Esto se manifestará como “sensibilidad de la piel”.

Acné. No nos gusta el acné, y hemos examinado la literatura científica para encontrar los mejores ingredientes que, combinados, mantendrán a raya las bacterias del acné y promoverán una recuperación y curación saludables.

Dermatitis seborreica: el exceso de secreción sebácea favorece la proliferación bacteriana. Lo mejor es controlar la secreción de sebo (el suero T-zone ayudará, lo que a su vez normalizará la composición bacteriana).

¿Cómo puede ayudarte Skin Actives?

No utilizamos ingredientes ” que lo matan todo” (como el peróxido de benzoilo).

Elaboramos limpiadores que respetan la piel y no aumentan su pH (como hacen los “desodorantes naturales”).

Estamos al día con la ciencia de la fisiología de la piel. Preferimos “expulsar” las bacterias malas con los productos químicos adecuados, como hacen otras bacterias, en lugar de oxidar hasta la muerte el microbioma (y la piel).

No se nos permite (por ley) vender (¡ni regalar!) productos que contengan bacterias.  Pero utilizamos prebióticos, es decir, productos que contienen sustancias químicas que desalientan el crecimiento de “bacterias malas” y hongos. Producimos biofermentos y extractos de plantas y también agregamos algunos productos químicos puros conocidos por desalentar el crecimiento de bacterias del acné y otros malos agentes. Buscá productos Skin Actives que contengan biofermentos de algas marinas y fermentos de kéfir para obtener filtrados libres de bacterias (pero ricos en nutrientes) que favorezcan a los buenos socios bacterianos que tu piel necesita.

 

 ADVERTENCIA: Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la FDA y no pretenden diagnosticar, curar, tratar o prevenir ninguna enfermedad.

De mi libro

Antes sólo se hablaba de bacterias cuando se trataba de infecciones. En el cuidado de la piel todo giraba en torno al acné y a cómo eliminar la recientemente rebautizada bacteria del acné, Cutibacterium acnes (también conocida como Propionibacterium acnes). Pero ahora, las bacterias y el “microbioma” aparecen por todas partes en las revistas que anuncian productos para el cuidado de la piel.

 

Las bacterias son esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano, y muchas especies de bacterias viven en nosotros y sobre nosotros. Estamos familiarizados con el efecto negativo de tomar antibióticos orales sobre nuestro tracto gastrointestinal y la flora que reside allí; tu médico puede sugerirte que tomes un probiótico, una mezcla de bacterias vivas “buenas” para ayudar a recuperar la salud intestinal.

Al igual que nuestro intestino, nuestra piel incluye un ecosistema, el microbioma de la piel, que contiene billones de microbios. La mayoría de estos microbios no son peligrosos; son más bien como una capa externa de la piel que no somos conscientes de poseer, pero influyen en todo, desde el acné, el eccema y la piel seca hasta cómo olemos.

El objetivo del cuidado de la piel debe ser mantener un microbioma sano, no “limpiar en exceso” para matar todas las bacterias. Una afección moderna muy extendida, la piel sensible, suele estar causada por un exceso de limpieza que elimina las capas externas de la epidermis que constituyen la barrera cutánea, además de las bacterias que viven en ella.

La piel humana funciona como una barricada física que impide la entrada de patógenos y alberga innumerables organismos comensales. Comensal significa vivir en una relación en la que un organismo obtiene alimento o beneficios de otros organismos sin hacerles daño. Las células de la piel y el sistema inmunitario interactúan regularmente con los microbios manteniendo el equilibrio, a pesar de los continuos cambios del entorno. Muchos factores influyen en la composición de especies del microbioma, como la dieta, el sexo, la radiación ultravioleta e incluso tu familia.

En el caso de los cultivos, es posible manipular las bacterias del suelo para prevenir infecciones y detener la propagación de enfermedades virales y bacterianas. También debería ser posible controlar las bacterias que viven dentro y sobre nuestro cuerpo para evitar la infección por bacterias “malas”, pero se trata de una tarea titánica. ¿Por qué? A veces ni siquiera sabemos qué bacterias crecen en el sistema que estamos estudiando. En la piel, muchas especies bacterianas no crecen bien en cultivo, por lo que una identificación completa de las bacterias requiere tecnología de ADN. Ahora sabemos que las Proteobacterias, Actinobacterias, Bacteriodetes y Firmicutes dominan la piel seca. Las zonas húmedas son ricas en Staphylococcus y Corynebacterium spp. Hay menos diversidad bacteriana en las zonas más grasas, lo que sugiere que sólo unas pocas comunidades bacterianas, como Propionibacterium, pueden prosperar en esas condiciones. Los científicos también están aprendiendo que las distinciones aproximativas pueden no ser suficientes y que distintas cepas de C. acnes pueden estar asociadas al acné, mientras que otras pueden ser protectoras.

Los científicos cada vez saben más sobre el microbioma de la piel, pero hará falta mucha investigación y mucho tiempo antes de que sepamos lo suficiente como para efectuar un cambio positivo. Como suele suceder, los cambios para peor son fáciles de obtener, y los antitranspirantes “naturales” demuestran que el uso de bicarbonato para aumentar el pH aleja el equilibrio de las bacterias naturales y favorece el crecimiento de bacterias más peligrosas, incluso levaduras. Puede que huelas bien, pero es posible que tus axilas se enrojezcan, te salgan sarpullidos y te piquen.

En caso de que sigas utilizándolos, dejá de usar jabones antibacterianos. El uso frecuente de algunos antibacterianos favorecerá el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, promoviendo la proliferación de infecciones resistentes a los medicamentos, un azote de la medicina. Es mejor dejar en paz el microbioma de la piel, a menos que su alteración se haga evidente, como en el caso del acné.

Como ya se ha mencionado, un probiótico es una mezcla de bacterias vivas que ingerimos para mejorar la salud del sistema digestivo. El uso cotidiano de los probióticos se produce cuando los utilizamos durante o después de tomar un antibiótico para compensar la alteración de la flora digestiva natural. ¿Y para la piel? No se pueden comprar probióticos para la piel. La FDA (Food and Drug Administration en EE. UU.) establece límites estrictos sobre el número de bacterias vivas presentes en los cosméticos. Esta norma tiene sentido: debemos evitar que entren en nuestro organismo bacterias en exceso o peligrosas. Con un estómago que funciona a un pH muy bajo, nuestro sistema digestivo está bien equipado para eliminar las bacterias. Por el contrario, nuestra piel no está bien equipada para eliminar las bacterias peligrosas. En los viejos tiempos (como siempre digo, los viejos tiempos no eran mejores), las bacterias contaminantes presentes en los cosméticos sin conservantes causaban daños terribles, incluida la ceguera.

No podemos hacer probióticos tópicos, pero sí prebióticos tópicos. ¿Qué es un prebiótico? En los alimentos, son sustancias químicas que inducen el crecimiento o la actividad de bacterias y hongos beneficiosos. Los prebióticos, como las fibras alimentarias naturales, pueden alterar la composición de los organismos en el microbioma intestinal. Para nuestra piel, ¿cuál sería el equivalente? Podemos “falsificarlo”. Algunas cepas de Staphylococcus epidermidis pueden fermentar carbohidratos para producir ácido succínico, una sustancia química que tiene una potente actividad anti-S. aureus y anti-C. acnes. Este hecho es relevante para el tratamiento del acné porque, en teoría, podríamos mejorar la salud de la piel y controlar el acné mediante el uso de prebióticos como el ácido succínico y el glicerol que disuadirán a C. acnes de propagarse.

Como dije anteriormente, no podemos usar probióticos (bacterias vivas) en nuestra piel por excelentes razones, pero sí podemos usar prebióticos, ¡y ya lo hacemos! Los productos Skin Actives Scientific para el control del acné contienen ingredientes que modifican el entorno de la piel para que resulte menos hospitalario con las bacterias del acné. Podemos hacer más, y seguiremos mejorando nuestros productos a medida que aprendamos más sobre el microbioma de la piel.

Nuestro principal ingrediente prebiótico es el “biofermento de algas marinas”; este es el nombre INCI, un nombre más adecuado sería “fermento Lactobacillus de algas marinas”. El biofermento de algas marinas que utilizamos como base para muchos de nuestros productos comienza con las algas marinas. Este material vegetal es rico en componentes bioquímicos que ya son beneficiosos para nuestra piel. Pero en este caldo luego cultivamos bacterias del yogur. ¿Qué ganamos con este paso adicional? Los microorganismos producirán sus valiosos componentes bioquímicos y enriquecerán la mezcla con prebióticos que beneficiarán a la piel de otras maneras: aportando más vitaminas y componentes básicos que nuestra piel utilizará para fabricar sus proteínas (colágeno, elastina, etc.), polisacáridos y ADN. Ya estamos experimentando con el uso de una mezcla de kéfir para ofrecer un suero base prebiótico diferente.

Lección para el hogar: no ataques lo que no conocés. No utilices oxidantes fuertes o productos antibacterianos, ni elimines las capas externas de la epidermis que constituyen la barrera natural de la piel. No cambies el pH de tu piel con antitranspirantes “naturales”. Si lo hacés, podés meterte en problemas porque estarás alterando el equilibrio natural logrado por la piel y su microbioma.

 

 

En mi blog

Microbioma, probióticos y prebióticos

Preguntas y respuestas sobre el microbioma de la piel y los prebióticos y probióticos.