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Cuidado con los vellos encarnados. Mejor prevenir que curar.

Vellos encarnados, también conocidos como golpes del afeitado. Muy comunes, casi normales que, de todos modos, pueden resultar problemáticos.

Un vello encarnado es un pelo que crece debajo y queda atrapado en la piel en lugar de salir hacia afuera. Puede provocar pseudofoliculitis barbae (PFB), algo que suena más grave de lo que es por enunciarse en latín. La PFB es una reacción inflamatoria crónica caracterizada por pápulas y pústulas secundarias de los vellos encarnados. Pero, aunque se la nombre en inglés, la PFB no es de lo más agradable y puede complicarse.

La PFB requiere una predisposición genética, además de una práctica de depilación traumática; los tallos de cabello puntiagudos se curvan hacia la epidermis adyacente, lo que causa inflamación y puede provocar un absceso. El cabello rizado es un factor de riesgo importante debido al ángulo agudo que se crea con el plano de la piel, la mutación de un gen que codifica la queratina también puede estar involucrada causando la PFB.

Aun cuando se da con mayor frecuencia en hombres, la PFB también puede verse en mujeres. Las mujeres resultan más comúnmente afectadas durante el período perimenopáusico debido a los cambios en los niveles hormonales, si bien quienes sufren problemas de hirsutismo pueden verse afectadas con anterioridad. El afeitado o la depilación también son prácticas comunes en las mujeres por razones estéticas, culturales o de moda, y aumentan la probabilidad de desarrollar PFB.

¿Consecuencias posibles?
Infección, hiperpigmentación posinflamatoria, cicatrización. Todas ellas son buenas razones para detener el problema antes de que suceda.

¿Soluciones?
Si el problema aparece en un hombre que se afeita la barba, dejarse la barba suele solucionarlo, pero esta opción encuentra el límite de la cultura y la moda (¡hace algunos años, dejarse la barba estaba prohibido en algunos países sudamericanos!).

Si vas a afeitarte, aquí tenés algunos consejos.

  • Antes de afeitarte, mojá su piel con agua tibia y usá una fórmula lubricante como la crema de afeitar Skin Hydrating de Skin Actives.
  • Afeitate con una afeitadora afilada de una sola hoja en la dirección de crecimiento del vello.
  • Usá la menor cantidad de golpes de la afeitadora como te sea posible, de manera de disminuir el estrés sobre la piel
  • Enjuagá la cuchilla con agua después de cada golpe.
  • No te afeites demasiado cerca de la piel, dejá un poco del pelo si podés.
  • Si estás usando una máquina de afeitar eléctrica, sostenela ligeramente por encima de la superficie de su piel.

Exfoliación
Entre afeitados, probá un poco de exfoliación mecánica. También podés probar la exfoliación química, con ácido salicílico o proteasas.

También podés probar otros métodos de depilación con menos probabilidades de provocar vellos encarnados. Estos incluyen cremas que disuelven el cabello y un láser o corriente eléctrica (electrólisis) para eliminar el folículo piloso para siempre. Me gustan los métodos que usan papel de lija, pero solo son adecuados para las piernas.

La piel muerta puede obstruir un folículo piloso, obligando al cabello a crecer de costado por debajo de la piel, en lugar de hacia arriba y hacia afuera. El ácido salicílico y la vitamina A ayudarán a prevenir los poros obstruidos (previniendo el acné al mismo tiempo).

¡Consultá a tu médico!

En las mujeres, la asociación conocida de la PFB con niveles hormonales sugiere que puede ser peculiar e indicativa de problemas subyacentes como el aumento de la dehidroepiandrosterona, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o el hirsutismo. Una visita a tu médico clínico o a un buen endocrinólogo será de ayuda.

Referencias
Sakai R, Higashi K, Ohta M, et al. Cabello rastrero: un cabello aislado que excava en la parte superior de la dermis y se asemeja a una larva migrans. Dermatología 2006; 213:242–244.
Nguyen TA, Patel PS, Viol KV, et al. Pseudofoliculitis barbae en mujeres: una perspectiva clínica. Br J Dermatol 2015; 173:279–281.

Las afirmaciones de esta página no han sido evaluadas por la FDA y no pretenden diagnosticar, curar, tratar o prevenir ninguna enfermedad.

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo