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¿Cuán importantes son las ceramidas?

Dos respuestas, dependiendo de dónde se encuentren las ceramidas.
1) En la piel, las ceramidas son muy importantes.
2) Sobre la piel, las ceramidas no son tan importantes.

¡Por favor, expliquen esto!
1) Las ceramidas que tu piel produce son muy importantes; cumplen una función muy importante (véase más abajo).
2) Cuando se las aplica en productos para el cuidado de la piel, las ceramidas no son importantes y puede sustituírselas.

¿Qué hacen las ceramidas dentro de la piel?

¿Qué tan buena es la piel para proteger nuestro cuerpo? Es excelente cuando está sana. La capa córnea es una pared compacta de corneocitos y moléculas grasas especiales. En la analogía con una pared, los corneocitos son los ladrillos y los lípidos intercelulares, incluidas las ceramidas y las proteínas, son la argamasa. La capa córnea (stratum granulosum) carece de células vivas, pero es la barrera protectora que permite al resto de la piel hacer su trabajo. Impedir la pérdida de agua transepidérmica (a través de la piel) es una de las principales funciones de la capa córnea. Junto con el colesterol y los ácidos grasos saturados, las ceramidas crean una capa protectora que impide la pérdida excesiva de agua por evaporación y es una barrera contra la entrada de microorganismos.



Figura: estructura de la piel


¿Cómo y cuándo fabrica la piel esas importantes ceramidas?
Los queratinocitos basales se dividen y forman los queratinocitos de la capa granular. El proceso de queratinización comienza con la síntesis de proteínas fibrilares, y la forma y composición de los queratinocitos cambia. En la siguiente capa, las células granulares fabrican proteínas ricas en histidina y cisteína que mantienen unidos los filamentos de queratina; secretan lípidos y proteínas al espacio intercelular, lo que permite que la piel se convierta en una barrera contra la pérdida de agua. Las células pierden los núcleos y se convierten en las células muertas que forman la capa córnea (stratum corneum), insertas en una mezcla lipídica que consiste principalmente en una estructura laminar de ceramidas, colesterol y ácidos grasos libres.


Las ceramidas y la industria del cuidado de la piel: hay un enfoque más inteligente

Algunos ingredientes utilizados en la industria del cuidado de la piel, como las ceramidas y el PCA sódico, han sido seleccionados entre los presentes de forma natural en la piel. Debemos entender que el organismo resuelve los problemas transformando las materias primas disponibles. Cuando examinamos las “soluciones” que el cuerpo ha diseñado, como el factor natural de hidratación (NMF), o las ceramidas de la epidermis, o el vérnix caseoso (la capa cerosa que recubre a los recién nacidos), tendríamos que intentar comprender cómo funcionan.

La funcionalidad de las sustancias químicas corporales no está ligada a su identidad, y nuestro objetivo es replicar la funcionalidad o mejorarla, no limitarnos a copiar las sustancias químicas.

Las ceramidas son fabricadas por la epidermis a partir de los ácidos grasos contenidos en las células vivas. ¿Tendríamos que copiar la complicada estructura de las ceramidas naturales? ¿Es eso lo que hace la industria del cuidado de la piel? En realidad, no es posible (ni deseable). La piel fabrica ceramidas con lo que tiene a mano, y esas materias primas varían. El propósito es simplemente producir ese cemento impermeable. Químicamente, las ceramidas están compuestas por una base esfingoide, un aminoalcohol de cadena larga (base de cadena larga) y un ácido graso unidos por un enlace amida. La base esfingoide puede consistir en dihidroesfingosina, esfingosina, fitoesfingosina o 6-hidroxiesfingosina. El ácido graso puede ser un ácido graso no hidroxilado, un ácido graso α-hidroxilado o un ácido graso ω-hidroxilado esterificado. Diversas ceramidas se forman mediante diferentes combinaciones de estos dos tipos de moléculas.

La complejidad de la composición de ceramidas dentro de la piel no puede ser reproducida, y de todos modos no hay razón para intentarlo. Sean cuales sean las ceramidas que se apliquen a la piel – sintéticas, de origen vegetal o animal-, no se ubicarán en el sitio en que tendrían que estar tus propias ceramidas. Una vez que entendemos cómo hacen su trabajo las ceramidas, podemos empezar a buscar formas más eficaces de emularlas. Por ejemplo, resulta costoso obtener ceramidas de materiales aceptables (¡el cerebro no es una fuente aceptable!) que puedan hacer un trabajo similar o mejor sin tanto gasto, monetario y ecológico.

Qué hacer
Lo más sensato es empezar a cuidar la piel evitando las rutinas que eliminan estos componentes naturales, incluidas las ceramidas endógenas. Preservar las sustancias químicas originales que hacen de la piel una barrera ayudará mucho a prevenir la “piel sensible”, un problema creado por la industria del cuidado de la piel y por los usuarios que creen en la limpieza extrema.

Es importante comprender que aplicar las ceramidas que están presentes en los productos para el cuidado de la piel no te aportará gran cosa. ¿Qué sí lo hará?

1) Suministrar ingredientes que la piel pueda utilizar para producir sus ceramidas.
2) Evitar la pérdida de los importantísimos lípidos de la piel.
3) Usar ELS de Skin Actives. Tu piel sabrá cómo utilizar esta fantástica combinación de lípidos para producir sus propias ceramidas.
4) Si tu barrera cutánea está alterada, aplicá una buena crema que contenga ingredientes que tu piel utilizará para cicatrizar y regenerarse. Siempre podés incorporar una pizca de vaselina (comprada en el supermercado por un par de dólares la libra) para que sustituya la barrera cutánea dañada.


Referencias
Cha, H. J., HE, C., Zhao, H., Dong, Y., An, I.-S., & An, S. (2016). Intercellular and intracellular functions of ceramides and their metabolites in skin (Review). International Journal of Molecular Medicine, 38(1), 16–22. doi:10.3892/ijmm.2016.2600

Más información sobre las ceramidas: aquí y aquí.

ADVERTENCIA: Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la FDA y no pretenden diagnosticar, curar, tratar ni prevenir ninguna enfermedad.

Traducido por la Dra. Cecilia Hidalgo